lunes, 1 de noviembre de 2010

La palabra es Dignidad.

En algunos meses más se va a definir el futuro político para Lago Puelo y pensé en alguna palabra que marcara la importancia de esta situación…sólo se me ocurrió una, tan sólo una: Dignidad.

Y comencé a analizar qué era eso relacionado con “la cualidad de digno, una manera de comportarse con excelencia y realce, con el honor y con la autoridad de aquel que se gana el respeto”. ¿Qué era eso de ser digno?

Fue entonces cuando busqué este concepto en algunos políticos que tienen interés de gobernar nuestros destinos y me asusté. Realmente me asusté. Ví en ellos comportamientos y acciones que se alejan de lo digno. Ví el egoísmo, el sálvese quien pueda, la necesidad de actuar como camaleones para mostrarse limpios y puros, cuando en realidad la única meta es el crecimiento personal y la ambición desmedida de poder. Como siempre.

¿Cuánto más tendremos que esperar para buscar una alternativa en Lago Puelo?. Un desarrollo auténtico, sustentable, un Lago Puelo con autonomía política y por qué no económica, sin condicionamientos de cualquier estructura superior.

Como estamos hoy, vamos camino al fracaso. Así nomás: si no nos damos cuenta a tiempo. Vamos, no nos dejemos manejar. Que no nos lleven rumbo a los designios de un poder político egoísta, que viene definiendo el futuro para la ciudad. Que no nos condicionen.

Ellos siempre van a tener a mano un títere que responda a la voluntad de los hilos que lo sostienen. Cualquier pelotudo resulta igual. Lo importante es mantener “el modelo conquistador”.

Volvió así, a mi memoria el Partido Justicialista de Lago Puelo.

Siempre vuelve. Siempre duele.

Una estructura moldeada y apropiada por Das Neves que en su momento inventó una democratización partidaria, un congreso partidario fantasma, ése que eligió a dedo los candidatos en cada una de las localidades (con algunas ovejas negras, como ecepciones), ése que cerró acuerdos con aliados pachistas camuflándolos como provechistas, para sacar a su antojo legislaciones recaudatorias y confiscatorias, relacionadas con dudosos negocios multimillonarios.

El justicialismo provincial se destruyó, cerró sus puertas a la democracia, se marcó la cancha con un “distrito único”, ligado pura y exclusivamente con el “poder de aparato y de estructuras” y quienes estuvieran fuera de él no podían competir. Hay en ésto mucho de miedo, muchos empleados públicos que no pueden levantar su dedo acusador frente a estas atrocidades, porque perderían su trabajo. Nace así el condicionamiento político, la sumisión, la falta de dignidad y la persecución. Fuera de ese aparato: la nada.

Hoy, y por todas estas razones, es que se promueve la figura de Iván Fernández, Intendente de Lago Puelo, “por dentro” del Partido Justicialista. Ese monstruo que alimentaron con la obra pública sin controles. Sin escuchar a la comunidad en sus reclamos de justicia social. Sin que tuviera Lago Puelo representantes políticos. Ocho años de orfandad, mostrando una “gestión sin transparencia…sorda absolutamente sorda”. Cuando existen hijos y entenados, acordarte, detrás siempre hay un padrino. Y el padrino tiene nombre y es el que marca la cancha: Mario Das Neves.

Así seguimos premiando con reelecciones la falta de capacidad, de representatividad, el silencio cómplice, la brutalidad, las gestiones inconsultas, la soberbia y el autoritarismo. Entonces aparecen diputados postulados para listas de concejales, intendentes que se meten en internas de otros partidos como candidatos, repartiendo cargos y dinero del pueblo, para destruir otras internas partidarias. Ofreciendo alimento a los buitres que no tienen patria. Venderían a la madre.

Imponer a Iván Fernández como candidato por el Partido justicialista, es como poner a Daniel Passarella como presidente de Boca Juniors.

Estoy viendo el materialismo hecho carne. Estoy viendo gente que vive eternamente de la teta del Estado. Estoy viendo tipos que nunca pensaron en los temas sociales. Estoy viendo que no hay ninguna razón para acompañar a estos personajes que solo piensan en joderle la vida a la gente. Estoy viendo la forma de frenar esta desmedida ambición de poder.

Es hora que pensemos juntos en el sentido de la Dignidad.

Nuestra herramienta es el voto popular.

Desterremos al corrupto. Generemos conciencia. Tengamos memoria. Si un funcionario no soporta un archivo, debe ser castigado en la urnas. Tan simple como eso.

María Eva

Una Militante de toda la Vida.

http://www.mariaevaeditoriales.blogspot.com

PD: Mirá a tus hijos de frente. Pensá un instante en los que te rodean, en los que tienen necesidades… pensá en el valor del hombre digno, y seguro encontrarás sentido a tu próximo voto en las urnas…será la mejor patada en el culo que le podemos dar a la corrupción.